Todo empezó con un
trabajo de clase de ciencias naturales. Era por grupos y eso no me gustaba
mucho porque siempre me tocaban con los vagos que no hacían nada, pero esta vez
me tocó con mi amigo David. Un chico con el pelo corto y negro, ojos castaños,
nariz roma, labios un poco gruesos y rojos y un cuerpo atlético y bronceado ya
que le gustaba cuidarse. Es simpático y risueño pero muy rebelde y con nuestra
creciente cantidad de hormonas, estábamos todo el día hablando de cosas guarras.
Por aquella época los dos éramos muy buenos amigos así que nos encantó la idea
de trabajar juntos. Cuando se acabó la clase, nos juntamos para hablar y
concretar el día para quedar y hacer el trabajo. David se acercó y me dijo:
-Pues si no tienes nada
que hacer, vente este miércoles cuando salgamos de clase, que no hay nadie en
mi casa.- Me dijo con una sonrisa en la cara. Esa idea me gustó así que acepté.
Siempre intentábamos quedar cuando no había nadie en casa para así poder
hacernos pajas, pero lo que iba a pasar aquel día no estaba en los planes de
ninguno de nosotros dos.
Llegó el miércoles por la
tarde y salimos de clase juntos, caminando hacía su casa.
-Bueno, primero comemos
algo y después ya decidiremos qué hacer.- Dijo David mientras abría la puerta
del bloque de pisos donde vivía. Subimos en el ascensor, donde me di cuenta de
que David estaba muy bueno: nunca lo había observado tan de cerca y tan
pausadamente, lo que me hizo contemplar su cuerpo atlético y tonificado por sus
frecuentes visitas al gimnasio. Abrió la puerta del ascensor y metió la llave
en la puerta de su piso. Entramos y dejamos todas las cosas de clase en su
habitación.
-Oye tío, me voy a quitar
la camiseta que hace mucho calor.- Dije mientras me quitaba la camiseta y la
dejaba encima de su cama.
-Buff yo también, así
estaremos mejor… para después.- Dijo David con su sonrisa perpetua. Se quitó la
camiseta dejándome ver su delicia de cuerpo: una piel suave y bronceada que
marcaba sus abdominales de infarto, unos pectorales decorados con unos pezones
pequeños y oscuros y unos brazos fuertes y con las axilas depiladas, como todo
su cuerpo ya que como he dicho, le preocupaba mucho su imagen. Eso me dejó
hipnotizado.
Me acompañó a la cocina
mientras observaba su firme culo ir y venir a través de sus holgados pantalones
de deporte. Cuando llegamos a la cocina, le dije que en realidad no tenía mucha
hambre, así que no iba a comer nada. El tampoco cogió nada así que fuimos otra
vez a su habitación, sin dejar de mirarle ese culito que me estaba volviendo
loco.
-Bueno, deja que mire el
correo antes de empezar a trabajar, ¿vale?- Me dijo David mientras se sentaba
frente su escritorio y encendía el ordenador.
Pasaron unos minutos en
silencio mientras David abría y cerraba pestañas del ordenador. No podía parar
de pensar en el cuerpo de mi amigo y en las mil y una cerdadas que le haría si
fuese mío. Me empecé a calentar pensando en eso, así que le dije:
-Oye tío, ¿cuándo vamos a
pajearnos?, porque hace ya un par de días que no me hago una paja y lo
necesito.- Dije sonriendo mientras me tocaba el paquete, que empezaba a
abultarse por lo que estaba pensando.
-Pues si tú quieres,
ahora mismo. Yo también hace unos días que no me pajeo. Me estaba reservando
para hoy. – Dejó caer David, sonriente, mientras ponía la página porno que
frecuentábamos cada vez que estábamos juntos. En la página principal salían
todas las categorías, incluso la de “porno gay”. Lo que vino a continuación
nunca me lo hubiese esperado de David, siendo él uno de los amigos más hetero
que tenía. Puede que por eso me excitase tanto al mezclarlo con mis fantasías
gays.
- Oye, ¿tú has visto
alguna vez un vídeo porno gay?- Me preguntó tímidamente, mientras giraba la
silla para mirarme fijamente.
No sabía que contestar.
Hacía relativamente poco el mundo homosexual era un completo extraño para mí.
Pero si lo preguntaba era por algo, seguramente porque él también había sentido
curiosidad. Así que decidí seguirle el juego y decirle:
-Pues sí, para ver cómo
era. ¿Y tú?
-Yo también, el otro día
le di sin querer a uno. Y dios, como se la metían por el culo.- Dijo David, con
una expresión que no podía distinguir si era de fascinación o de repulsión.
-Ja ja, claro. ¿Por dónde
se la van a meter sino?- Dije un poco cortado, para evitar que se notase que
había investigado un poco más allá de la curiosidad. -¿Vemos otro a ver qué
tal?- Pregunté. No creo que David hubiese empezado a hablar ese tema sin más, y
quería ver hasta donde podíamos llegar.
-Vale venga, pero que
conste que lo pongo porque tú lo has dicho.- Dijo sonriendo tímidamente mientras
hacía clic sobre la miniatura de un vídeo gay. Era un vídeo que empezaba con
dos “twinks” en una habitación, se empezaban a besar y, bueno, ya sabemos cómo
sigue.
Los dos nos quedamos
viendo el vídeo, como hipnotizados, ahí me di cuenta que David estaba bastante
interesado en el vídeo. Miré a sus pantalones, y para mi sorpresa, había un
bulto bastante considerable e imposible de esconder. ¿Podía ser que a David le
interesasen los chicos? Eso encendió una lucecita en mí que me impulsó a seguir
hasta el final, cada vez más convencido de que no había sacado ese tema al
azar. Aun que si empezaba, no había vuelta atrás, pero seguí adelante:
-Veo que te gusta, ¿eh?-
Dije sonriendo, sin dejar de mirar a su paquete, para que se viera a lo que me
estaba refiriendo.
-Ehh… no… no te creas eh…
- Musitó. Lo había pillado, no podía ocultar que le gustaba. Para seguirle el
juego le dije.
-Vale, pues vamos a
quitarnos los pantalones.-Le dije desafiante, con media sonrisa haciéndole
saber que no tenía escapatoria. Yo también estaba empalmado, pero no creo que
se fuese a dar cuenta. David me miró nervioso, y después de unos segundos sin
saber qué hacer, suspiró y se bajó los pantalones y calzoncillos dejándome ver
su polla, más erecta que nunca, con su glande rojo y puntiagudo empezando a
echar pre semen. Su verga, como el resto de su cuerpo, también era perfecta: era
recta, de unos 16 cm, circuncidada. Sus bolas estaban bien prietas, y todo
recubierto por un escaso vello claro y rizado.
-¿Con que no pasaba nada
eh?- Dije con una sonrisa de satisfacción. Por su expresión, esto debía ser muy
incómodo y vergonzoso para él, pero yo me lo estaba pasando muy bien.
David se quedó mudo hasta
que cogió valor y dijo:
-Oye, esto… no se lo
puedes contar a nadie, ¿vale? Es que… hace un tiempo que me picó la curiosidad
y… - Se calló y bajó la cabeza. No podía seguir, pero tampoco hacía falta.
Sabía que esto era muy duro para él, así que le acaricié el hombro suavemente
para darle ánimos.
-Tranquilo, no pasa nada.
Tu secreto está a salvo conmigo. La verdad es que… - supuse que si yo había
descubierto su secreto él también tenía derecho a saber el mío, así que me bajé
los pantalones mostrando mi pene, semi-erecto por lo que había pasado. -La
verdad es que… bueno… yo también… me gusta.- Murmuré, ya que me costaba decirlo
en voz alta.
David me miró fijamente a
los ojos, y yo le sonreí tímidamente para no parecer tan agresivo.
-Bueno, entonces este
será nuestro gran secreto, ¿vale?- Dijo David. Y de repente me abrazó, su
barbilla apoyada en mi hombro, sentí su cálida piel rozando la mía. Le rodeé
con mis brazos juntándonos más, presionándonos, congelando el tiempo y deseando
que ese momento no terminase nunca.
Al cabo de unos segundos,
nos separamos y nos miramos a los ojos fijamente, sin decir nada, inmóviles por
lo que acababa de ocurrir. Hasta que David dijo:
-Bueno… voy al lavabo un
momento… ahora vengo.- Tartamudeó para romper el hielo. Salió de la habitación,
dejándome allí desnudo y sin saber qué hacer: ¿Qué pasaría a partir de ahora
entre nosotros? Porque estaba seguro que lo que había pasado iba a cambiar
nuestra relación, para bien o para mal. Al cabo de un par de minutos, David
volvió con su sonrisa habitual, como si no hubiese pasado nada. Se sentó a mi
lado y dijo:
-Emmm… ya que sabemos lo
que nos gusta de verdad, ¿porque vamos a desperdiciar esta empalmada?- Dijo con
una sonrisa traviesa mientras se volvía a bajar los pantalones, mostrando sin
miedo su pene erecto.
No dudé ni un segundo en
decir que sí. Era como si alguien me leyera la mente e hiciese mis fantasías
realidad. Yo seguía con los pantalones bajados, así que mi pene al ver otra vez
el exquisito cuerpo de David al completo, se puso duro en un momento.
David clicó en otro vídeo
gay y esta vez nos comenzamos a pajear como desesperados. David tenía mucho
aguante así que empezó a sudar y a tensar sus músculos, lo que me hizo
olvidarme del vídeo y fijarme completamente en él, que se dio cuenta y paró de
tocarse para decirme con un tono casi de obligación: ¿Quieres acercarte un poco
más?- Dijo mientras agarraba mis manos cuidadosamente y las llevaba hacia su
cuerpo. Yo me dejaba llevar como un muñeco. Puso mis manos sobre sus pectorales,
duros como losas, con sus pezones contraídos de la excitación. Empecé a
pellizcarlos suavemente, mientras él me miraba, medio jadeante, asintiendo,
aprobando que le manoseara. Me acerque más a él y comencé a sobar sus
pectorales y brazos. Aproximé mis labios a su suave piel y la empecé a besar
tiernamente. Primero sus bíceps definidos, después un poco su pecho, después
empecé a subir por su cuello lentamente, palpando cada centímetro de su piel
con mis labios mientras él me dejaba vía libre. Llegué a su mejilla y justo
cuando iba a llegar a su boca, me separé lo justo para mirarle a la cara.
Estaba con los ojos entrecerrados y la boca medio abierta, jadeante, en un
estado de excitación que nunca había sentido. Cuando notó que había parado de
besarle, abrió los ojos para mirarme extrañado:
-Tu cuerpo está
delicioso.- Dije sonriente.- Déjame probar más partes.
David suspiró
afirmativamente y empezó a acariciar mi espalda, cada vez más sumergido en el
placer.
Bajé hacia sus
abdominales, recorriendo cada recoveco con mis labios, sintiendo como David se
estremecía con el contacto en su piel. Seguí bajando hasta que de repente, su
polla chocó con mi barbilla. Bajé la vista y ahí estaba, a un palmo de mi, más
cerca que nunca, en su máximo esplendor. Su glande rosado apuntaba directamente
hacia mí, expulsando un poco de pre-semen. Eso es que David no iba a durar
mucho. Así que le pajeé suavemente, sintiendo su verga caliente entre mi mano,
que se iba manchando cada vez mas de pre-semen, lo que lubricaba su polla y
hacía que David empezase a perder el sentido del placer.
Le dije “¿Quieres
terminar ya?” mientras aumentaba el ritmo de la paja. A lo que él, mientras
tensaba su musculoso cuerpo y empezaba a gemir suavemente me dijo
entrecortadamente “¡¡S-s-ss-siii!!!!” Mi intención era metérmela en la boca,
pero solo me dio tiempo a acercar mi cara cuando un potente chorro de leche
caliente y espesa acompañada de un gran gemido de David salpicó mi cara.
David quedó tirado en su silla jadeante, con cada uno de los músculos marcándose en su suave piel por la tensión del orgasmo. Me quedé sin palabras, a lo que David, después de recuperarse, se empezó a reír y a hacer bromas. Me encantaba como estaba cuando se reía:
David quedó tirado en su silla jadeante, con cada uno de los músculos marcándose en su suave piel por la tensión del orgasmo. Me quedé sin palabras, a lo que David, después de recuperarse, se empezó a reír y a hacer bromas. Me encantaba como estaba cuando se reía:
-Hazte así, que creo que
tienes algo en la cara… ¡Ja ja ja ja!- Empezó a reírse. Me levanté y para
seguirle la broma le dije “Ven, ven, dame un besito anda”. Los dos nos reímos
un rato hasta que miré el reloj. Se había hecho muy tarde y mis padres me
matarían si no llegaba a casa dentro de poco. Así que me dirigí al lavabo y,
mientras me lavaba, David entró desnudo y con una sonrisa de satisfacción en la
cara. Mientras me secaba con una toalla, le dije:
-Esta vez tú te has
corrido, pero la próxima me toca a mí, cabrón.-Dije sonriendo.
-Eso ya lo veremos.- Rió
David.
Salí del baño y antes de
salir por la puerta solté:
-Bueno, pues… ya nos veremos y eso.- No sabía qué hacer. No lo había pensado, ¿ahora qué pasaría entre nosotros?
-Bueno, pues… ya nos veremos y eso.- No sabía qué hacer. No lo había pensado, ¿ahora qué pasaría entre nosotros?
Lo descubriréis en el
próximo capítulo :P
Espero que os haya gustado y como siempre me podéis dejar vuestras opiniones en un comentario (que puede ser completamente anónimo y sin ni siquiera registrarte ;) )
Espero que os haya gustado y como siempre me podéis dejar vuestras opiniones en un comentario (que puede ser completamente anónimo y sin ni siquiera registrarte ;) )
Contacto: greenlook15@gmail.com Twitter: @greenlook15