Me agarró firmemente y
con su fuerza bestial me tiró a la cama. Solo con un slip blanco y jadeando por
el ardiente deseo se subió encima de la cama y me quitó la ropa bruscamente, dejándome con la polla al aire. Se tumbó a mi lado bufando como un toro, y
mientras me miraba con pasión repasó mi cuerpo firmemente con sus manos. Me
agarró por el cuello y las caderas y me puso encima suyo como si fuera un
cachorrito. Pasó su brazo por mi espalda y me aprisionó apretándome hacia él,
haciéndome sentir su ardiente y duro cuerpo mientras me comía la boca y me
apretaba la cabeza contra él. Entre bufidos, gemidos, sudor y saliva le chupé
todo el cuerpo peludo y esbelto de arriba abajo, recreándome bien en sus bíceps
prietos y sus pezones puntiagudos, lo que le hacía gruñir como un animal.
Me agarró de la mandíbula
para que la abriera y me metió dos dedos para que se los lamiera. Esto me puso
muy cachondo así que cerré los ojos y me dejé llevar, chupando sus ásperos
dedos hasta el fondo y llenándolos bien de saliva con mi lengua. Me encantaba
sentirme dominado de esa forma. De mientras, él amasaba mi culo con ganas, abriéndome
las nalgas y dejando mi agujero jugoso al aire. Vi como su pollón no aguantaba
más debajo de ese slip de lo duro que estaba, así que bajé hasta su paquete y
lo liberé del slip para metérmelo en la boca hasta el fondo, sin desperdiciar
ni un centímetro de aquella dura y caliente polla. Media unos 16 centímetros pero
era gruesa, tanto que casi no me cabía en la boca. Le succionaba el pollón como
si fuera un biberón, lamiéndole el glande que soltaba presemen y pajeándole con
fuerza. Él seguía trabajándome el culo, dándome cachetadas y abriéndomelo,
acariciando mi ano que cedía al mínimo roce suplicando que lo abrieran.
Me metió de repente los dos
dedos que tenía lubricados con mi saliva. Los noté entrar hasta el fondo de
golpe, haciendo que gritara de dolor y de intenso placer. Yo seguía mamándole
la polla como si mi vida pendiera de ello y él empezó a meter y sacar sus dedos
gloriosos de mi agujero, con fuerza y dedicación. Los metía enteros con un
gruñido y me apretaba en la próstata, haciéndome gemir descontroladamente y
poniendo el culo en pompa para que entrara más y más.
Estaba casi en trance del
placer descomunal que sentía y mi polla iba a reventar ya. Me separé de su polla
y con sus dedos aún dentro me giré a tientas para encontrarme con su boca la
cual lamí y succioné entre jadeos. Me agarró con su brazo, aprisionándome encima
de él, haciéndome oler, lamer y sentir su cuerpo de macho mientras seguía explorándome
implacablemente. Me sacudía y gemía a cada movimiento que hacía en mi interior,
tocándome y haciéndome sentir el más intenso placer que había vivido jamás.
Y ya no
pude más. Mi polla explotó con chorros y más chorros de lefa blanca y ardiente
que llenó todo su cuerpo y la cama, dejándome jadeante encima de él.

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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue bueno! Haber si subes uno de esos de un hermano hetero y otro gay que al final lo hacen, que esos nos gustan a muchos! Jajaja
ResponderEliminarSigue así crack! :)
Muchas gracias! Me apunto la idea y a ver que sale jaja ;)
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