Descubrí a un chico de mi edad y misma
estatura. Tenía el pelo negro, largo por arriba y corto por los lados muy bien
peinado. Su cara no era nada fuera de lo normal, cejas definidas, ojos oscuros
y una leve sonrisa permanente en su boca. Su piel color café con leche
resaltaba con la camiseta color rosa palo que llevaba y su cuerpo no estaba
nada mal. Era de complexión atlética, delgado pero en forma, se notaba por los
brazos fibrados que dejaba entrever su camiseta y su culo prieto en unos
shorts… Unos shorts que insinuaban un bulto enorme, ya que seguramente no llevase
nada más debajo. En este momento el desconocido me vio observándole y sonrió
levemente. Yo me sobresalté e hice como que no pasaba nada, apresurándome a
salir de la tienda. Decidí pararme a unos pocos metros de la salida para ver
salir al misterioso desconocido. Unos segundos después salió y pasó su mirada
por los alrededores hasta que me vio, lo cual le hizo sonreír levemente y se
dirigió hacia mí rápidamente. Yo me alarmé y estaba decidido a empezar una
discusión, pero el chico levantó la mano señalando que me calmase. Se puso
delante de mí, repasándome bien de arriba abajo.
-Te vendrías… al lavabo…
un momento, porfa.- Me dijo, claramente nervioso.- Tío, sé que suena raro… pero
te he visto y… vente conmigo un momento.- Dijo mientras se acercaba, con una
cara entre el miedo y la esperanza.
-¿Pero de qué vas, qué
quieres? – Dije nerviosamente.
-Joder he visto como me
mirabas…-musitó mientras bajaba su mirada a su abultado paquete, que claramente
se iba hinchando mientras hablábamos, mostrando su verdadera intención.-Solo un
momento va… no pasa nada- Se acercó más y me puso la mano en el brazo
cuidadosamente para no parecer agresivo.
Claramente no tenía nada que debatirle porqué me había pillado
plenamente mirándole. Además siempre había fantaseado con algo como esto, así
que sonreí tímidamente y titubeé:-Pero yo… yo…
El chico río sordamente y
me agarró donde me tenía puesta la mano, tirando de mi brazo y llevándome con
él hacia los baños, qué estaban justo al lado de donde estábamos parados. La
verdad que esta situación tan inesperada y excitante me resultaba extrañamente
morbosa, sobre todo por qué el chico no era especialmente atractivo, pero había
algo en él que me ponía burrísimo.
Llegamos a las puertas y
el desconocido miró seriamente alrededor para ver que no venía nadie y entró
rápidamente al baño, donde había dos lavabos cerrados por paredes hasta el
techo. El chico me llevó detrás de él y entramos en el primer compartimento
donde cabíamos los dos perfectamente. El desconocido se giró con cara de
satisfacción y cerró la puerta con pestillo detrás de mí.
Antes de que pudiera
decir nada, me bajó el pantalón dejando a la vista mis bóxers blancos que
mostraban mi descarada erección. Él me agarró el paquete sonriendo pícaramente al ver como manchaba de
presemen mis calzoncillos. El apasionado desconocido me puso contra la puerta, y
acercándose mucho a mi cara mirándome lascivamente me susurró “la verdad que
desde que te he visto quiero follarte el culito”. Un chispazo me recorrió todo
el cuerpo y me di cuenta de que si quería gozar tendría que sufrir un poco, y
eso me ponía super cachondo. Acto seguido me agarró del pelo y me obligó a
bajar y ponerme de rodillas, muy muy cerca de su incipiente paquete, que
abultaba escandalosamente sus shorts.
“¿No me mirabas tanto?
Pues ahora lo vas a ver todo muy de cerca cabrón, ya verás cómo te gusta.” Me
dijo jadeante. Mientras con una mano me retenía en mi posición, con la otra
deslizó su short hacia abajo, dejándolo caer y haciendo que su enorme polla se
liberase, rebotando a solo unos milímetros de mi cara. Me retiré hacia atrás
para contemplar mejor la maravilla que tenía delante: un rabazo descomunal, que
medía tranquilamente 20cm y era grueso casi como una lata de refresco, salía de
entre una maraña de vello que subía ordenadamente por los abdominales duros que
dejaba ver su camiseta arremangada, que había subido para mostrar bien su
trabuco. La polla se inclinaba ligeramente hacia abajo, con el capullo rosado y
alargado al aire y un par de venas por el tronco pálido. Sus huevos no eran muy
grandes pero sí que colgaban holgadamente, también recubiertos de una selva de
pelo negro.
En cuanto la vi se me
hizo la boca agua y miré al chaval sonriente, que me cogió de la nuca y me
acercó a su entrepierna, haciéndome sentir el maravilloso olor de su ardiente
miembro. “A ver como lo haces” Me susurró a la vez que me apretó contra sus
huevos obligándome a abrir la boca y empezar a chupar como si no hubiera un
mañana. Le succionaba las peludas pelotas una a una y empecé a lamérselas, lo
cual hizo que me apretara con ganas contra él y empezase a gruñir intensamente.
Mi boca no daba abasto mientras lamia sus cojones con tantas ganas que su polla
dura me golpeaba en el lado de la cara.
Empecé a subir por su entrepierna con mis labios y mientras paseaba mis manos
por sus muslos peludos y musculosos hacia su culo. Pero esto no le gustó y me
apartó las manos secamente. Acto seguido me agarró del pelo para alzarme un
poco y llevarme directo a su trabuco, donde me guió por un lado desde su peluda
base hasta la cabeza, asegurándose de que probaba cada centímetro de su carne
mientras dejaba un camino de saliva. Así empecé a succionar el glande rosado,
que del placer ya estaba soltando unas cuantas gotas de salado y pegajoso
presemen. El capullo ya me ocupaba gran parte de la boca así que me empleé bien
en lamerlo y succionarlo como si fuera un biberón. De repente dijo “bueno,
cométela ya que no tengo todo el día, joder” y empezó empujar mi cabeza hacia
él, haciendo que su pollón entrase cada vez más en mi boca. No entró mucho más
que su capullo, ya que mi boca estaba abierta al máximo y no podía más, así que
con un acto reflejo me tiré hacia atrás, cogiendo una sonora bocanada de aire y
tosiendo un poco.
El desconocido sonrió divertido
y se meneó la polla que chorreaba con mi saliva y su presemen. Se acercó otra
vez hacia mí, esta vez más gentilmente, y pude agarrar el pollón con mis dos manos
para pajearlo un poco mientras le daba lametones en el capullo, lo que hacía
que se dejase llevar cada vez más, suspirando fuertemente y apoyando sus manos
en la puerta detrás de mí. Empezó un vaivén ligero con su cadera metiendo poco
a poco su pollón en mi boca, cada vez con embestidas más profundas y duras,
hasta que me metió más de la mitad, haciéndome atragantarme en mi propia
saliva. Pese el duro trabajo que era comerse esa polla entera, lo estaba
disfrutando exageradamente. Me encantaba sentirme bajo el control de aquel
macho con aires de malote y un pedazo de pollón solo para mí.
Después de unas profundas
arremetidas se retiró repentinamente y me hizo levantarme y darme la vuelta. Yo
obedecí jadeante y me bajé instintivamente los calzoncillos poniendo mi culo
recién depilado en pompa, deseando que me perforase ya. El desconocido me abrió
los cachetes dejando mi ano al aire en el cual escupió una buena cantidad de
saliva y la repartió con su lengua que me abría lentamente. Cada lametazo me
volvía loco y empezaba a gemir suavemente, a lo que él se pegó completamente a
mi apretando a propósito su ardiente polla en mi culo y susurrándome “ni se te
ocurra hacer ruido”. Se retiró hacia atrás y puso su lubricado capullo en la
entrada de mi culito. Yo cogí aire y me dejé llevar por mi cachondez.
Empezó a meterla
imparablemente. Sentía como mi interior se expandía a medida que el trabuco del
desconocido iba marcando su territorio dentro de mí, haciéndome sentir el
ardiente recorrido hasta que metió sus veinte centímetros de placer hasta el
fondo gruñendo toscamente. Yo apenas podía respirar o moverme y solo notaba
como me separaba firmemente las nalgas y se asentaba dentro de mí como un fuego
del que quería más y más. Pasados unos instantes, la sacó y noté el vacío que
me había dejado y que quería que volviese a rellenar. Miré por encima de mi
hombro y vi al desconocido sudando un poco y respirando agitadamente mientras
me escupía en mi agujero que estaba abierto y deseando volver a ser llenado por
aquella masa de carne placentera. El contraste de su saliva en mi interior
caliente hizo que me retorciese de gusto, a la vez que me agarraba de la cadera
y empezó a bombearme mientras gemía como un verdadero macho. Estaba extasiado
por el placer. Su rabazo me perforaba de una manera brutal por dentro rellenándome
completamente y haciendo que se me escapasen varios gritos de puro placer.
El desconocido me tapó la
boca con su mano fuertemente y dijo entre jadeos “¡nada de ruido joder!”, a la
vez que aumentaba su ritmo y notaba como su trabuco entraba y salía
frenéticamente dentro de mi agujero completamente dilatado. Sus huevos chocaban
con mis nalgas sudadas y repiqueteaban a la vez que él gruñía y resoplaba como
una bestia. Me tenía agarrado por la boca y por la cadera, rompiéndome por
dentro, haciéndome sentir su verdadero poder follándome descontroladamente. Yo
casi no podía contenerme por la tremenda estimulación que estaba recibiendo y gozaba
como un animal.
Los dos estábamos
sudando, casi en trance del maravilloso placer que sentíamos. Mi polla rebosaba
presemen que goteaba en la pared y el suelo. Noté como el pollón del
desconocido se ponía más duro que una roca dentro de mí y a la vez que me
agarraba con los dos brazos por el abdomen pegándose completamente a mí, me
embistió potentemente y empezó a gritar violentamente mientras notaba como unos
potentes chorros de leche ardiente me regaban por dentro.
Acto seguido el
desconocido se separó de mí y dio un par de sacudidas a su pollón salpicándolo todo
de lefa, mientras jadeaba mirándome sonrientemente. Se vistió rápidamente y me
miró más que satisfecho, me dio un cachetazo y sin mediar palabra se fue. Yo,
aun completamente ido del inmenso placer, me quede apoyado contra la pared, con
el culo todavía abierto con el boquete del pollón y su leche blanca resbalando
por mis sudadas nalgas. Antes de irme me quedé un rato en aquel lavabo
desierto, pensando en lo que aquel oportuno desconocido me había hecho sentir.
Tendría que volver más a menudo al centro comercial.
Por fin he vuelto! Espero que os haya gustado y como siempre me podéis dejar vuestras opiniones en un comentario (que puede ser completamente anónimo y sin registrarte )
Contacto: greenlook15@gmail.com Twitter: @greenlook15
Ha sido sin duda uno de los mejores sigue subiendo mas de este tipo
ResponderEliminarPor fin subes otro relato. Iba mirando de vez en cuando si habias subido algo. Y por fin lo haces. Aun eres bisexual, lo pregunto por los tags de tu tu tumblr. Hablando de esto, ¿algun dia subiras una foto de tu pene erecto? me muero de ganas de verlo sea pequeño o grande. Es solo para poner "cara" a uno de mis personajes preferidos. Muchisima gente te lo dice ya pero ahora me toca a mi: sigue asi que se nota que se te da muy bien.
ResponderEliminarEspero el siguiente.
Hola! Muchísimas gracias por tu comentario. Son cosas así las que me animan de vez en cuando a subir otro relato, qué dentro de poco habrán más, por cierto. Respondiendo a tus preguntas:
EliminarAún me considero bisexual aunque actualmente tenga novio. Y muy de vez en cuando subo alguna foto como la que pides en mi twitter @greenlook15
Muchas gracias por leerme y espero verte por aquí pronto ;)